Gobierno evitó caer en un gancho si dejaba entrar al premier haitiano

El Gobierno dominicano actuó con extrema prudencia al negar el ingreso al espacio aéreo y a suelo dominicanos al premier haitiano, convencido de que su presencia aquí era inconveniente para el interés nacional y lo hizo solo después de percatarse de que se trataba de una estadía indefinida.

Desde el inicio mismo del periplo de Ariel Henry por el Caribe y luego por África, las autoridades dominicanas dieron un seguimiento estrecho al viaje, avisadas de que en Haití se organizaban acciones violentas con la intención de crear un vacío de poder. El primer ministro llegó a territorio norteamericano, específicamente a Nueva York, el fin de semana en momentos en que la crisis de autoridad explosionaba en la capital de su país.

Desde el viernes, tiroteos, asaltos y ejecuciones en plena calle sembraron el terror en Puerto Príncipe. La violencia cobró ímpetu con el asalto a dos cárceles, incluyendo la Penitenciaría Nacional en un populoso barrio en la periferia capitalina, La Croix-des-Bouquets. El ataque al aeropuerto Toussaint Louverture y su cierre llevaron a la República Dominicana a prohibir toda comunicación aérea con el vecino país. De hecho, todas las aerolíneas que sirven la capital haitiana cancelaron sus vuelos. DIARIO LIBRE

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