Hasta el momento ningún aliado ha sido tomado en cuenta para dirigir un ministerio o dirección gubernamental

En los últimos días, el panorama gubernamental ha estado marcado por decretos. La cultura del ‘premio político’ sugiere que aquellos que trabajaron por el triunfo esperan un pedazo del pastel gubernamental, el cual provoca que unos vayan y vengan de un pacto político a otro y hayan decidido abandonar aquellos que hoy se encuentran en la triste oposición.

Analizando el presupuesto estatal y la distribución de cargos gubernamentales, aún ninguno de los partidos aliados del Partido Revolucionario Moderno (PRM) ha sido designado para liderar ministerios de alta partida presupuestaria en el Gobierno.

A pesar del apoyo electoral recibido por los aliados del PRM, como Justicia Social, Dominicanos por el Cambio y otros partidos menores, ninguno ha recibido decretos para gestionar instituciones ministeriales, siendo Milton Morrison de País Posible y Julio César Valentín de Justicia Social, quienes han obtenido el mayor reconocimiento por el alcance administrativo del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) y la Superintendencia de Seguros.

Algunos ministerios y direcciones de alcalce hoy están bajo la dirección de figuras prominentes del PRM. Exceptuados casos como los ministerios de Educación y Cultura que están siendo gestionados por aliados estratégicos, no políticos, Ángel Hernández y Milagros Germán, no tienen vida dirigencial.

Esta situación evidencia la estrategia del oficialismo de consolidar el control de las principales instituciones bajo la dirección del PRM y de «brazos» operativos técnicos que responden al sector productivo y que no son políticos natos. Mientras que los aliados, a pesar de su apoyo en las urnas, no han tenido la misma influencia en la administración de recursos y especialmente en instituciones de donde puedan aplicar el patológico clientelismo político acostumbrado con nombramientos y los llamasos «favores» políticos que se convierten en votos.

Si, es importante el tema, pues la población debe conocer que más que tendencias ideológicas, los partidos minoritarios crecen a partir del endoso de poder, pues los ya mencionados «favores» pueden fidelizar y atraer la militancia y esta es la que define de que tamaño es el partido y cuanto crece en un cuatrenio.

FUENTE: PANORAMA DIGITAL

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