Escuela Nacional Penitenciaria concluye formación especializada para 40 directores de centros
SANTO DOMINGO-La Escuela Nacional Penitenciaria (ENAP) celebró la graduación del III Curso de Formación Especializada para Directores de Centros de Corrección y Rehabilitación, en el marco del décimo octavo aniversario del proceso de reforma al sistema de tratamiento a las personas privadas de libertad en el país.
Cuarenta hombres y mujeres formados para directores de centros de corrección y rehabilitación (CCR) recibieron los diplomas de esta capacitación, en una ceremonia encabezada por el procurador adjunto Rodolfo Espiñeira, en representación de la procuradora general Miriam Germán Brito. En el acto, las autoridades también entregaron 13 reconocimientos a miembros de la primera promoción de agentes de Vigilancia y Tratamiento Penitenciario (VTP).
Al felicitar a los graduandos, Espiñeira valoró el esfuerzo empeñado para culminar con éxito este programa de educación continuada y resaltó la determinación de la ENAP para extender su oferta académica a través de las vías virtuales y así superar las dificultades que presenta la pandemia del COVID-19.
Surgida de la reforma al sistema penitenciario lanzada en 2003, la ENAP es la entidad académica que forma a directores, VTP y otros grupos ocupacionales de los CCR, que son los recintos regidos por el Modelo de Gestión Penitenciaria (MGP).
Junto al procurador adjunto Espiñeira, integraron la mesa de honor el procurador de corte Jonathan Baró, miembro del Consejo Superior del Ministerio Público y coordinador del Gabinete Penitenciario; Jaime Rodríguez, director saliente de la ENAP, y la coordinadora nacional del MGP, Hilda Patricia Lagombra. Además, Genaro Rodríguez Martínez, viceministro de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, y el capellán general de Prisiones, Fray Arístides Jiménez Richardson, coordinador de la Pastoral Penitenciaria.
El maestro Rodríguez resaltó la coincidencia de este décimo octavo aniversario con el estreno de Ley 113-21, sobre Servicios Penitenciarios y Correccionales, que establece una nueva reingeniería del sistema, reforma que terminará de configurarse con la publicación del reglamento, que está en proceso de elaboración.
A juicio de Fray Jiménez Richardson, esta nueva legislación obliga a todo el sistema penitenciario a una transformación interior porque está dirigida a la dignidad humana y el desarrollo integral de la persona, motivo por el que la ENAP, como centro filosófico del sistema, tiene la responsabilidad de seguir formando con esa visión.