EDES se querellan contra Bichara y un hermano y dos cuñados de Danilo «por desfalco del sector eléctrico»
SANTO DOMINGO- El Estado dominicano se querelló el día de hoy, en contra de 14 personas y 25 empresas ligadas a las pasadas administraciones de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales y las Empresas Distribuidoras de Electricidad.
Las Edes, solicitaron evaluar provisionalmente y de manera preliminar la suma de RD$ 50,000 millones el dinero a ser resarcido por los acusados “como justa reparación por los daños y perjuicios ocasionados en perjuicio del Estado dominicano, más los intereses judiciales y accesorios que pudieren derivarse de dicha suma”.
Las personas sometidas son: Rubén Jiménez Bichara, Luis Ernesto de León Núñez, Rubén Montás Domínguez, Radhamés del Carmen Maríñez, Julio César Correa, Maxy Gerardo Montilla Sierra, Alexander Montilla Sierra, Juan Alexis Medina Sánchez, Messin Elías Márquez Sarraff, Domingo Antonio Santiago, Julián Esteban Suriel Suazo, Wacal Vernavel Méndez Pineda, Miguel Antonio Reyes Reyes, Peter Alexis Francisco Tejada y Dileisi de Jesús Rivera.
El supuesto entramado funcionaba a través de contrataciones públicas amañadas, fraudulentas y sobrevaloradas.
Andrés Astacio, vicepresidente ejecutivo del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad, al depositar la querella sostuvo que la presente querella tiene como objeto poner en conocimiento del Ministerio Público este entramado fraudulento destinado a cometer crímenes en contra del Estado Dominicano, en su calidad de accionista mayoritario de las empresas, así como de las propias EDESUR, EDENORTE y EDEESTE, a partir de las contrataciones públicas amañadas, fraudulentas y sobrevaloradas realizadas en violación de las leyes de la República”.
Los principales señalamientos que les realizan es que se beneficiaban contrataciones amañadas e ilegales, donde se sobrevaloraban los costos de los bienes y servicios prestados; se adquirían bienes y servicios que no se necesitaban; se contrataban personas y empresas vinculadas “que, muchas veces, no eran los mejores proveedores ni se encontraban capacitados para serlo, y que en muchas ocasiones se erogaban fondos de manera directa en manos de personas allegadas cuando no se correspondía.