Jesús Cuevas y su verdugo eran socios en negocio de préstamos
Jesús Cuevas Peña, el joven de 30 años cuyos restos fueron encontrados el pasado jueves envueltos en fundas plásticas en un tanque de agua de una vivienda, era hábil para los negocios y, además de trabajar en una empresa constructora en la que podía ganarse comisiones por la venta de un inmueble, también hacía préstamos informales. En este negocio tenía como socio a quien terminó quitándole la vida.
Ese parece ser el móvil “tentativamente” de su asesinato, la deuda que tenía con él su socio Francisco Javier García Quezada, por los préstamos que hacían a terceros y a los que García Quezada “daba la cara” y el capital lo suministraba la víctima.
“Ellos prestaban en común el capital que era de la víctima y este señor (García Quezada) se encargaba de dar la cara, aparentemente el móvil principal, tentativamente”, dice Juan Geraldo Aquino, abogado de la familia de Cuevas.
Dos últimas transferencias: 112,000 pesos
Aquino sostuvo que tienen dos últimas transferencias que hizo Jesús Cuevas a Francisco Javier García, una de 12,000 pesos y la otra de RD$100,000.
Sostuvo que Cuevas Peña llevaba cierto control del negocio, aunque este era informal.
Asilde Peña, tía de Jesús, informó que él se había graduado de abogado desde hacía unos cinco años.
Después de más de tres horas en espera de que empezara la audiencia en la que se conoció la medida de coerción al señalado por el crimen, la tía de Cuevas finalmente tuvo el valor para hablar con la prensa y desahogarse por lo indignada que dijo sentirse como consecuencia de los comentarios que se suben a las redes de su sobrino.
“Dejen las especulaciones (…) él no tenía que pagar para tener una pareja”, afirmó Asilde Peña, en respuesta a las opiniones de un popular comentarista. DIARIO LIBRE