San Francisco deMacorís. – El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Miguel Ceara Hatton, reafirmó que el presente Gobierno dio un giro al proceso de la concepción del desarrollo, incorporando el paradigma de mejorar la calidad de vida de la gente en el territorio, además, ha empezado la transformación de las instituciones, y el primer mensaje es que no se tolera la corrupción ni la impunidad.
El ministro Ceara Hatton pronunció las palabras de cierre del acto de presentación del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) de los resultados del Proyecto de Desarrollo de Capacidades para la Eficiente Planificación y Gestión del Desarrollo Territorial de la Región Cibao Norte (PRODECARE).
“Me siento emocionado por estar aquí hoy, por la materialización de una serie de ideas que hemos venido desarrollando en los últimos años”, expresó el ministro, en el acto que tuvo lugar en el salón de conferencias maestra Ana Luisa Arias, recinto de la UASD, en San Francisco de Macorís.
Ceara Hatton explicó que la calidad de vida de la gente se trata de su cotidianidad; por ejemplo, tener energía eléctrica, agua potable, acceso a servicios de salud, educación de calidad, empleo digno y transporte.
En ese sentido, el economista e investigador refirió que el desarrollo no es una aventura personal, es colectiva y se necesita de las instituciones y el Estado. “Tenemos que hacer una revolución institucional, transformar las instituciones y el país”, expresó.
En ese sentido, puntualizó que se ha empezado por la justicia y el primer mensaje es que “no somos tolerantes ni a la corrupción ni a la impunidad”, afirmó.
“Un país no se puede construir sobre la base de la impunidad”, indicó Ceara Hatton, al referirse que este flagelo y la debilidad institucional explica por qué el país tiene tanto retraso en la calidad de vida de la gente.
“Mucho dinero público se ha robado en este país”, manifestó el ministro, quien dijo que el Gobierno es implacable con el que comete corrupción, porque un país no se puede construir sobre la base de la impunidad. “Si podemos garantizar que el robe o haga cosa mal hecha va a ir preso”, afirmó Ceara Hatton.
