Los centros penitenciarios abrirán visitas conyugales bajo un estricto protocolo sanitario
SANTO DOMINGO .– El Gabinete Penitenciario anunció que avanza en la aplicación de los protocolos para que el próximo 15 de este mes reinicie el proceso de visitas conyugales a personas privadas de libertad, siempre apegadas a las directrices para la preparación, prevención y control de la COVID-19 establecidas por el Ministerio de Salud Pública.
Desde el inicio de la pandemia los contagios entre privados de libertad en el sistema penitenciario dominicano suman más de 1,700 casos, en una población de casi 28 mil personas. Las autoridades registran además el lamentable deceso de 22 personas afectadas por la COVID-19.
El Gabinete Penitenciario, que coordina el procurador de corte Jonathan Baró Gutiérrez, recordó que la pandemia obligó al aislamiento de los centros de privación de libertad para evitar contagios.
Hace tres meses los 41 centros de privación de libertad se preparan para que el proceso de reapertura a las visitas conyugales se efectúe con los riesgos mínimos y en las mejores condiciones sanitarias, ya que contribuyen a mantener los lazos afectivos del interno con la persona con la que tiene establecida una relación estable de pareja.
Para el reinicio de los encuentros íntimos el protocolo establece que cada persona privada de libertad registre a su pareja fija.
Sólo se permitirá el acceso de la persona previamente inscrita que además haya depositado los resultados de las analíticas requeridas. Las visitas serán cada quince días, por espacio de dos horas y ambos miembros de la pareja deben tener su tarjeta de vacunación contra la COVID-19 con al menos dos dosis aplicadas.
Hasta el momento poco más de 4,000 privados de libertad han inscrito a sus parejas y ya alrededor de 300 han presentado sus tarjetas de vacunación contra la COVID-19, así como otros análisis clínicos necesarios para proteger la salud de los internos.
Después del primer confinamiento en 2020, las autoridades penitenciarias encontraron en la tecnología una vía de garantizar los encuentros de los privados de libertad con sus familiares